Desde el primero de marzo el ejecutivo necio que nos gobierna se ha confesado pro-chileno. Antes lo sabíamos a tentativas, pero hoy nada más falta que Alan cante Chi-chi-chi, le-le-le frente al pabellón nacional y que el canciller García Belaúnde se limpie los mocos con las leyes peruanas. Cualquier cosa afectará poco luego de este acuerdo ‘bilateral’ que se esclarece como un golazo para Chile, y un Chi-chiste para el Perú.
Porque quizás alguna fuerza parlamentaria habría hecho revisar o contener dicho tratado, de haberse puesto a consulta, como lo demanda la ley de nuestra Carta Magna de las ‘Cucardas’. Quizás, si aún quedan, algún congresista o grupo parlamentario hubiese tenido los cojones suficientes para anteponerse a este acuerdo de desacuerdo general. De hecho, los hubo.
Y como para que nuestro canciller calvo (de ideas) deje de radicalizar los reclamos interpuestos por los legisladores del PNP (Juvenal Ordoñez, Jhonny Lescano, entre otras bancadas), surgió también la voz de uno que también ejerció el puesto y que sabe aún más: el embajador Manuel Rodríguez Cuadros, quien ha retado a G. Belaúnde a un debate en televisión sobre el tema, y que por supuesto, G. Belaúnde no aceptará.
A menos que le guste hacer el ridículo. Y como ni para hacer el ridículo éste dará la cara, este TLC será forzado a proceder, y nosotros obligados a torcer. Vaya soberanía, vaya democracia, vaya parlamento de maniquíes. Así los trató el ejecutivo.
Aquí algunas precisiones del TLC:
- Chile podrá invertir en el Perú sin mayor control e impuesto alguno, con protección y sin discriminación alguna. Los inversionistas ‘cholitos’ podríamos ser rechazados y nuestras ganancias retenidas hasta por 5 años.
- El TLC pro-chileno contradice un artículo de nuestra constitución que permite al estado peruano expropiar inversiones extranjeras sobre la base de las causales de seguridad nacional o interés público. En el caso de Chile, no podríamos expropiar en caso de seguridad nacional. He allí la contradicción.
Es decir Chile nos hizo firmar el papelito permitiéndose extraterritorialidad sobre nuestra jurisdicción. ¡Bravo Alan! ¡Otra vez la cagaste!