Con este post, quiero cumplir un papel transmisor de ciertos artículos que por fortuna leí y me gustaría compartir para abrir juntos nuestras mentes.
Vivimos en lo que hoy se ha definido como la era de la globalización. Decido comenzar definiendo este término de la manera más intuitiva, según la Real Academia de la Lengua Española es una “tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales”.
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Rápidamente obtengo de ahí que el concepto territorial y de jurisdicción nacional empieza a desaparecer frente a las condiciones del mercado expandido.
Dice Ignacio Ramonet en un editorial escrito para Le Monde, que la globalización “es el principal enfrentamiento de nuestros días el del Mercado contra el Estado, el del sector privado contra los servicios públicos, el del individuo contra la colectividad, el del egoísmo contra la solidaridad”.[1]
Qué lección para definir con elegancia y precisión lo que nos está aconteciendo. Quizá no se necesite más exactitud para el concepto en generales. Esto es lo que nos ocurre ahora, somos producto de un enfrentamiento histórico, que por desventura, lo gana con creces el individualismo y cada momento que pasa, la colectividad el bien común pierden peso en el concepto de las personas a medida que las naciones son dadas por perdidas.
A Latinoamérica, por poner un ejemplo cercano, la ley del mercado y el capitalismo de la escuela de Chicago llegó con el fascismo pinochetista e influyó también al Perú, con la dictadura de Fujimori que entró al gobierno con políticas aparentemente sociales, pero terminó sorprendiendo a todos con una subordinación a intereses norteamericanos e instaurando el régimen neoliberal. La dictadura de 10 años fue acabada con la elección de Alejandro Toledo, pero fue continuada por éste y por el siguiente que es Alan García.[2]
Ahora somos producto de ello. Gracias a dicho régimen, el mercado ganó espacio descontroladamente y las privatizaciones cayeron como lluvia los últimos años. Esto fue en desmedro de los más modestos, haciendo que los servicios públicos sean pagados o más caros para obtener cuando antes era gratuitos y eran recibidos por derecho.
Países de Tercer Mundo, como el Perú continuaron siendo ‘bananeros’ puesto que creyeron que exportando materias primas iban a solucionar sus problemas de pobreza, hecho que no fue así y terminaron acrecentando escandalosamente la brecha entre ricos y pobres, puesto que nunca tuvieron alternativa de competir contra la tecnología y las facilidades de producción que tuvieron los países desarrollados.
En Europa, empresas quebraron y despidieron elementos al rendirse ante aquellos que apostaron por el paraíso Chino, ya que se ‘deslocalizaron’ hacia China y Tailandia para producir a menos costo sus productos y venderlos más baratos.
Así, el capital siguió fluyendo de manera líquida y “como las personas pueden desplazarse en mucha menor medida, el capital es el que gana”.
Entra en cuestionamiento la compatibilidad de la democracia y la lógica del mercado. ¿Será el fin de la historia como dijo el retrógrado Fukuyama? La crisis internacional y la protesta social alrededor del mundo da fé de que muchos está en contra de que sea así, mas aún esta fuerza es aplacada por una imposición dada por el Sistema: conformarse.
Ramonet resume: Se ha de renunciar a toda voluntad, para obedecer mejor a los intereses anónimos de los mercados. (…), el fin es construir un hombre mundial, vacío de cultura, sentido y conciencia del otro. E imponer la ideología liberal en el planeta.
Concluyamos con un aporte de Theotonio dos Santos que llama a esta imposición “El pensamiento único” y lo considera un discurso cerrado ante cualquier cuestionamiento donde sus mentores llaman estadistas a los líderes políticos que repiten sus postulados económicos (¿no suena conocido?) y demagogos a quienes critican esos postulados.[5]
¿Nosotros también nos conformamos? Yo no, espero que tu tampoco.
[1] Ramonet, Ignacio en artículo para la edición 4 de la publicación mensual Le Monde. Especialista en geopolítica, consultor de la ONU, profesor Sorbona de París. Desde 1990 es director de la publicación mensual Le Monde Diplomatique y la bimensual Manière de Voir.
[2] Dos Santos, Theotonio. Del Terror a la esperanza. Sociólogo, político, economista y catedrático en universidades importantes de América. Actualmente enseña en Universidad Federal Fluminense y Coordinador de la Cátedra y Red UNESCO
[3] Ramonet, Ignacio.
[4] Ramonet, Ignacio.
[5] Dos Santos, Theotonio. Artículo en Diario El Comercio.Véase este interesante vídeo que resume bien lo aquí dicho (está en portugués pero igual se entiende).
Dice Ignacio Ramonet en un editorial escrito para Le Monde, que la globalización “es el principal enfrentamiento de nuestros días el del Mercado contra el Estado, el del sector privado contra los servicios públicos, el del individuo contra la colectividad, el del egoísmo contra la solidaridad”.[1]
Qué lección para definir con elegancia y precisión lo que nos está aconteciendo. Quizá no se necesite más exactitud para el concepto en generales. Esto es lo que nos ocurre ahora, somos producto de un enfrentamiento histórico, que por desventura, lo gana con creces el individualismo y cada momento que pasa, la colectividad el bien común pierden peso en el concepto de las personas a medida que las naciones son dadas por perdidas.
A Latinoamérica, por poner un ejemplo cercano, la ley del mercado y el capitalismo de la escuela de Chicago llegó con el fascismo pinochetista e influyó también al Perú, con la dictadura de Fujimori que entró al gobierno con políticas aparentemente sociales, pero terminó sorprendiendo a todos con una subordinación a intereses norteamericanos e instaurando el régimen neoliberal. La dictadura de 10 años fue acabada con la elección de Alejandro Toledo, pero fue continuada por éste y por el siguiente que es Alan García.[2]
Ahora somos producto de ello. Gracias a dicho régimen, el mercado ganó espacio descontroladamente y las privatizaciones cayeron como lluvia los últimos años. Esto fue en desmedro de los más modestos, haciendo que los servicios públicos sean pagados o más caros para obtener cuando antes era gratuitos y eran recibidos por derecho.
| La libertad para el flujo de capitales ha sido absoluta. Y esto hizo que el sector financiero haya venido dominando la esfera económica a nivel mundial. [3] |
Países de Tercer Mundo, como el Perú continuaron siendo ‘bananeros’ puesto que creyeron que exportando materias primas iban a solucionar sus problemas de pobreza, hecho que no fue así y terminaron acrecentando escandalosamente la brecha entre ricos y pobres, puesto que nunca tuvieron alternativa de competir contra la tecnología y las facilidades de producción que tuvieron los países desarrollados.
En Europa, empresas quebraron y despidieron elementos al rendirse ante aquellos que apostaron por el paraíso Chino, ya que se ‘deslocalizaron’ hacia China y Tailandia para producir a menos costo sus productos y venderlos más baratos.
Así, el capital siguió fluyendo de manera líquida y “como las personas pueden desplazarse en mucha menor medida, el capital es el que gana”.
“Los mercados financieros están en condiciones de dictar sus leyes a los Estados. En este nuevo paisaje político-económico, lo global predomina sobre lo nacional, y la empresa privada sobre el Estado. Apenas hay redistribución y la empresa privada es la única alrededor de la cual ha de girar todo”.[4] |
Entra en cuestionamiento la compatibilidad de la democracia y la lógica del mercado. ¿Será el fin de la historia como dijo el retrógrado Fukuyama? La crisis internacional y la protesta social alrededor del mundo da fé de que muchos está en contra de que sea así, mas aún esta fuerza es aplacada por una imposición dada por el Sistema: conformarse.
Ramonet resume: Se ha de renunciar a toda voluntad, para obedecer mejor a los intereses anónimos de los mercados. (…), el fin es construir un hombre mundial, vacío de cultura, sentido y conciencia del otro. E imponer la ideología liberal en el planeta.
Concluyamos con un aporte de Theotonio dos Santos que llama a esta imposición “El pensamiento único” y lo considera un discurso cerrado ante cualquier cuestionamiento donde sus mentores llaman estadistas a los líderes políticos que repiten sus postulados económicos (¿no suena conocido?) y demagogos a quienes critican esos postulados.[5]
¿Nosotros también nos conformamos? Yo no, espero que tu tampoco.
[1] Ramonet, Ignacio en artículo para la edición 4 de la publicación mensual Le Monde. Especialista en geopolítica, consultor de la ONU, profesor Sorbona de París. Desde 1990 es director de la publicación mensual Le Monde Diplomatique y la bimensual Manière de Voir.
[2] Dos Santos, Theotonio. Del Terror a la esperanza. Sociólogo, político, economista y catedrático en universidades importantes de América. Actualmente enseña en Universidad Federal Fluminense y Coordinador de la Cátedra y Red UNESCO
[3] Ramonet, Ignacio.
[4] Ramonet, Ignacio.
[5] Dos Santos, Theotonio. Artículo en Diario El Comercio.Véase este interesante vídeo que resume bien lo aquí dicho (está en portugués pero igual se entiende).
2 comentarios:
muy buen comentario Daniel, la verdad nuestra politica solo nos esta haciendo llevar a la tumba al Pa►1s ... te has dado cuenta de ke los slogan de Alan García dice CON LA MINERIA EL PERU AVANZA ??? ... jajaja la bill mentira que nos kieren hacer creer ... Dios!!! ... hasta cuando va a seguir esto... ojala cambie ps ... xq la verdad esta políitca neoliberal nos va a hacer vender todo ... todo todo ... claro si no se vende pues se " CONCESIONA" pero ... al final quien lo maneja ... creo ke es una politica muy facil la ke aplican estos gobiernos, kiero evitamre hueglasd y paros ... privatizo ... y listos!! ... y lo peor ke el pais vecino cada ves mas nos esta comprando y esto tarde a tempreano nos va a pasar la factura, esperemos de ke estas inversiones paren ... no es bueno venderlo todo
Claro, yo no me conformo, como muxos en el País, siempre queremos mas y de lo bueno, para seguir mejorando.
Es cierto que las Privatizaciones, en el futuro no tan lejano puede afectar la economía del País, y has hecho muy bien al ser efusivo en esa parte, para asi poder darnos cuenta de lo que en realidad puede ocasionar estas negociaciones.
Lo que no me termina por convencer es la parte donde explicas lo de 'bananeros'.
Verdaderamente las Empresas y sus exportaciones no pararan la pobreza general, pero es un factor creo yo importante porque ayudan a mejorar la economia en los diferentes sectores del País y eso creo que nos conviene a todos.
Me parece un buen comentario. Pero siempre hay que estudiar como se maneja la economia, finanzas y estudios de mercados empresariales.
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