Hay de todo un poco. Con respecto a la organización, comprobamos que por más positiva que haya sido hay algo de incompetencia. Con decir que me dieron unas credenciales de colaborador, con otro apellido (Mendoza) la primera vez y sin número de documento la segunda. Un oficial PNP casi me detiene cuando quería entrar y mi carné no coincidía con mi número de deneí.
No obstante, todo fue en paz. Los presidentes, según dijeron, fueron bien tratados (tampoco dirían otra cosa), menos Evo que fue casi arrollado en su llegada al CIP, si no fuera por sus 5 agentes de seguridad que casi sucumben al asedio de periodistas que parecían pirañas encima del presidente y 10 boliviano. Fácil uno de los agentes está internado con graves lesiones.
En general, la organización procedió bien. Se sintió un poco la incomodidad de los conductores que desconocían los bloqueos. Pero el que se pasó leyendo la historia de la ‘Tulicienta’ en el Trome que no se queje, vamos.
Los periodistas comieron rico, y ese sequito me gustó aunque lo sirvieron 3 días seguidos. Y mientras colaboraba con el webmaster de la página oficial de la V Cumbre, salía de vez en cuando para ver las ocurrencias del magno evento.
Pero pasemos al real tema. Todo el chongazo se hizo para una reunión de trabajo entre autoridades de LAC y la UE. Después de todo, ¿qué se ganó?
Que el señor presidente pidió elaborar agendas y plazos fijos para luchar contra la desigualdad y la pobreza, de lo que se concretó muy poco o nada. Que los jefes de estado se comprometieron a promover el bienestar. Poco o nada. Que los señores mandatarios esperan la integración regional para poder negociar entre sí. La pregunta es cómo. Más sonaron los previos disturbios entre Merkel y Chávez que las conclusiones concretas, ‘medibles y cuantificables’ que García vendió entusiasta. Esperemos que en el plazo pertinente, se cumplan los buenos propósitos.
Por otro lado, el encuentro me percató de que las intenciones de Alan huelen al TLC. Seguir con la idea de hacer lo que el poderoso de turno (hoy Europa) nos diga qué hacer, es una intención que pretende Alan y su par Uribe, no así el resto de países integrantes de la CAN. Morales y Correa, por ejemplo, prefieren jugar también con reglas propias y que exigen a la UE mejore sus políticas migratorias por el bien de los latinos que viven por allá.
En un momento atractivo, Alan pidió fin a la compra de armas en alusión a algunos homólogos. También pidió se condonara la euro-deuda. Ojalá y lo escucharan. Lo veo verde.
Algo que me dio risa, fue que las principales empresas del mundo, entre ellas las energéticas, mineras y todas esas que joden el medio ambiente, se reunieron para hablar de Inversión para el Bienestar, el Desarrollo Sostenible en la Cumbre Empresarial ALC-UE.