viernes, 25 de abril de 2008

Opinión: Intolerancia y macartismo

Algunos medios de comunicación son patéticos cuando tratan de demostrar que son plurales, imparciales, objetivos e investigadores. Si en algún momento lo llegaron o por lo menos lo intentaron, hoy, se caracterizan por querer parecerlo sin sentirlo siquiera.

Estamos hablando de una presentación vacía y sin escrúpulos de lo que puede llegar a ser el servilismo en programas de espacios escritos, radiales y televisivos al oficialismo y al sistema neoliberal.



Cecilia Valenzuela


Desde dedicar titulares, programas, reportajes e investigaciones legales sin sentido a colocaciones como las casas del ALBA, pasando por encima problemas de fondo como la deficiente educación y la pobreza, estos agentes de la información llegan a conmover.

Apoyados en psicosociales como los de Vargas Llosa (hoy incondicional defensor de García), quien dice se quiere introducir el terrorismo en el Perú a toda costa, estas seudo acusaciones quedaron en la bolsa de lo intrascendente.
“Se trata de contrabando ideológico y deben ser clausuradas”, maulla el ministro Florez Araoz, el mismo que mando a volar a Cusco con Machu Picchu y todo cuando querían vetarlo como sede de APEC por protestar.

Desafortunadas declaraciones, claro está, por que en un sistema democrático jamás será delito pensar de una manera diferente a la política oficialista. Sólo en países como el nuestro se deben dedicar meses de indagación a estos centros donde los pobres reciben atención médica, ya que en sus instituciones públicas no la encuentran.

Aldo Mariátegui, otro macartista, ya no sólo le da recomendaciones diarias a Alan, sino que días atrás ha desdeñado con su ya sabida intolerancia a la reciente decisión soberana del pueblo paraguayo, al despojarse de los 60 años de gobierno coloradista[1]: “Lugo juega al ambiguo, pero tiene comunistas ortodoxos en sus listas y era seguidor de la marxistoide Teología de la Liberación. Huele feo”. Qué fácil es calificar, pero qué difícil puede ser investigar a los que huelen feo aquí en el Perú.

Semanalmente, me sorprende cómo Chichi Valenzuela desde su ventana cuadrada dedica gloriosos bloques a hablar de complots e injerencias chavistas cuando en el Perú existen problemas de educación, seguridad, alza de precios y muchos de más fondo. Está también la deuda tributaria de su querido Baruch, que bien saben hacer olvidar.

Entretanto el Comercio, con sus reporteros anónimos tratando de investigar el absurdo chuponeo a Juan Paredes, no hacen más que hacer apologías de sus bonitas diagramaciones en páginas y cortapáginas llenas de publicidad colorina, cuando de taquito, distribuyen la información a cuentagotas. Con contenidos referidos a temas de largo tiempo como la indisciplina congresal, y el ahora ultimo show de Valle Riestra, o también de las extensas crónicas de la boda del tenor Juan Diego . Con fotos de espectáculos o de interés humano. ¿En qué ayudan estos medios a un mejorar la realidad política de nuestro país? ¿Fiscalizan? ¿Investigan? ¿Trascienden?

La intolerancia ha llegado a límites realmente intolerables, la dependencia de los medios llegó a la desverguenza. ¿Qué carajos le hacemos?

Aldo M

[1] Asociación Nacional Republicana conocida popularmente como Partido Colorado.

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